Marcelo Kisilevski
BIBI, SOSPECHOSO DE SOBORNO, DICE LA POLICÍA
La Policía Israelí acaba de publicar su recomendación al Asesor Letrado del Gobierno de someter a juicio al primer ministro Biniamín Netaniahu por los cargos de soborno en el caso conocido como "1000": regalos de cigarros, champagne y otros productos suntuarios, durante años, por valor de unos 100.000 dólares, dados por el empresario Arnón Milchen a Netanyahu y su familia, a cambio de que el Premier favorezca una ley de exención impositiva para ciudadanos israelíes retornantes por el lapso de diez años, lo que le habría redundado a Milchen en decenas de millones de dólares. La policía también recomendó someter a juicio a Milchen.
Un nuevo testigo clave surge en el caso: nada menos que quien era Ministro de Economía en la época en cuestión, Yair Lapid, líder del partido Yiesh Atid y oponente de Netaniahu en eventuales elecciones, con posibilidades de ganarle. Esto convierte el drama judicial en un drama también político.
La policía también recomendó someter a juicio a Netaniahu por soborno en el caso conocido como "2000": el premier, según la sospecha policial, habría acordado con Noni Mozes, dueño del matutino Yediot Ajaronot, reducir la llegada del diario gratuito y rival comercial de Yediot, Israel Hayom, a cambio de cobertura favorable al premier. Como se sabe, Israel Hayom, propiedad del empresario judío norteamericano Sheldon Edelson, amigo personal de Netanyahu, mantiene una línea favorable al premier y su familia. De ahí la suposición de que éste podría influir en la tirada, entradas por publicidad, etc., del periódico.
Netaniahu dio esta noche un discurso dramático en respuesta a las acusaciones de la policía, desmintiendo una por una todas las acusaciones, y recordándole al público que las recomendaciones policiales no tienen vigencia jurídica. En efecto, se trata de recomendaciones solamente. Quien debe decidir si será procesado, es el Asesor Letrado del Gobierno, Avijai Mandelblit.
La pregunta es si Netaniahu podrá enfrentar el aspecto político y público del drama que tuvo lugar hoy, es decir si su popularidad se mantendrá o decaerá. Según los precedentes, en general su público votante lo ha acompañado. Los tiempos judiciales (decisión eventual de Mandelblit, inicio de eventual proceso) son de todos modos extensos, y los analistas han calculado hoy que a Israel le esperan elecciones, como muy temprano, para febrero de 2019, apenas medio año antes de las elecciones que de todos modos prevé la ley. La ley tampoco le impediría postularse si está bajo proceso penal, y por eso la pregunta central, más que penal, será política.
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