miércoles, 5 de junio de 2013

Hoy se cumple el 46º aniversario de la Guerra de los Seis Días

Itongadol.- Las esperanzas de gozar de otra década de relativa tranquilidad se borraron con la escalada de las incursiones de terroristas árabes a través de las fronteras de Egipto y de Jordania, los persistentes bombardeos de la artillería siria contra asentamientos agrícolas en el norte de la Galilea, y el masivo equipamiento militar de los países árabes vecinos. Cuando Egipto nuevamente trasladó grandes fuerzas militares al desierto del Sinaí (mayo de 1967), ordenó a las fuerzas de paz de la ONU (desplegadas desde 1957) retirarse de la zona, reimpuso el bloqueo del Estrecho de Tirán y estableció una alianza militar con Jordania, Israel se encontró ante ejércitos árabes hostiles en todos los frentes. Dado que los países árabes vecinos se preparaban a destruirlo, Israel invocó su derecho inherente de defensa propia, lanzando (5 de junio de 1967) un ataque preventivo contra Egipto en el sur, seguido por un contraataque a Jordania en el este y la expulsión de las fuerzas sirias atrincheradas en las Alturas del Golán en el norte. Al término de seis días de contienda, las líneas de cese el fuego anteriores fueron reemplazadas por otras nuevas, quedando bajo control israelí Judea, Samaria, Gaza, la península del Sinaí y las Alturas del Golán. Los poblados del norte del se libraron de la pesadilla de 19 años de constante bombardeo sirio; se aseguró el paso de embarcaciones israelíes por el Canal de Suez y los Estrechos de Tirán, y Jerusalén, que había quedado dividida entre Israel y Jordania desde 1949, fue reunificada bajo autoridad israelí. De guerra en guerra Después de la guerra, el desafío diplomático de Israel fue cómo traducir sus ganancias militares en una paz permanente, basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad que llamaba, entre otras cosas, al "reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de cada uno de los estados del área y a su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas, libre de amenazas o actos de fuerza". La posición árabe, sin embargo, tal como fue formulada en la conferencia cumbre de Jartum (agosto de 1967) fue: "no paz con Israel, no negociaciones con Israel y no reconocimiento de Israel." En septiembre de 1968, Egipto inició una "guerra de desgaste", con acciones estáticas esporádicas a lo largo de las márgenes del Canal de Suez, que gradualmente aumentó hasta llegar a ser una guerra total limitada, con graves pérdidas para ambas partes. Las hostilidades concluyeron en el verano de 1970, cuando Egipto e Israel aceptaron restablecer el cese de fuego a lo largo del Canal de Suez.