lunes, 3 de junio de 2013

CULTURA

**Campanas De Esperanza** Sólo, totalmente sólo, en esta gran ciudad con tanta gente y nadie sabe de mi. La soledad es mi techo y espero que un día me vengan a buscar. Cuando las campanas, de la iglesia, se hacen sentir, su llamada a muerte, anuncia que un espíritu acaba de huir, dejando abandonado su cuerpo, en el mundo que no quiso vivir. He quedado sólo, sin un recuerdo, sin una alegría, sin un rencor; hasta el odio maldito, se ha ido llevándose de mi mente la razón por la que pude odiar. No tengo pasado, el pasado hace tiempo que pasó y ninguna estela, en mi mente dejó, el futuro es incierto y cuando las campanas, suenen por él, dejaré mi cuerpo en este mundo, malvado y cruel. El día amanece, el sol entrega la luz para que algunos puedan disfrutar de una esperanza mejor y otros, en cambio, esperamos la noche que es oscura, como mi vida, silenciosa, como mi alma, desmemoriada, como mi ser. No pensar, es alegría, no recordar, es placer y en la noche, cuando las lágrimas caen, nadie las puede ver. Sólo, totalmente sólo, así quiero vivir y cuando las campanas llaman a duelo, tomo el espejo y me miro si en él estoy; no sea cosa que esté muerto y no me he enterado en la soledad de mi vivir. Hoy las campanas no han llamado; no debo desesperar, puede ser que mañana, me llamen a mi… Mario Beer-Sheva